Translate

viernes, 16 de enero de 2015

Ahorra dinero en casa, y...al banco

No sé si a ti te pasó, pero cuando yo era niño me gustaba guardar todas las monedas que llegaban a mis manos. A un primo de mi padre le encantaba hacer muebles pequeños de madera. Un día me preguntó si quería que me hiciera una alcancía, y muy contento le respondí que sí. Una vez que él me la entregó, comencé a llenarla de monedas y billetes. En pocos meses aquella caja estaba tan pesada que había que abrirla para sacar el dinero y así comenzar nuevamente a llenarla. Él la abrió con mucho cuidado y volvió a cerrarla. Siendo yo un niño, para mí el ver todo lo que él sacó de esa caja era increíble. Por un tiempo hice esa práctica, y llegué a guardar una cantidad regular de dinero. Con el tiempo esa buena costumbre la fui perdiendo. Que productivo hubiese sido conservas ese buen hábito.

El ahorro, es algo que ya casi nadie lo practica. Algunos porque no pueden,  y otros porque no quieren, o simplemente les pasa lo que a mí: Lo olvidan o lo ignoran. Las clases sociales altas y medias, normalmente tienden a valorar y cultivar el ahorro. Es importante que desde niños nuestros hijos aprendan a valorar el dinero. No porque este sea lo más importante en la vida. Porque no lo es; pero sí porque de este dependen casi todas las cosas. Salvo algunas excepciones: El amor, la felicidad, la salud, la familia, y muchas otras. Porque ya sabemos que con el dinero no podemos pagar el amor, porque se puede tener mucho y ser infeliz, porque podemos ir al mejor hospital y no gozar de salud, y por más que tengas en el banco…tu familia puede estar a un paso de desaparecer. El dinero no compra todo. Eso está claro. Pero si es muy necesario para resolver compromisos de pagos o eventualidades que se presentan. Por eso es bueno ahorrar.

En nuestros países latinoamericanos, como en una gran cantidad de otros en el mundo, las poblaciones vivimos el día a día con los ingresos que captamos. Si percibimos un dinerito extra, nos lo “comemos” en galletas, refrescos, etc. Porque está “como de sobra”. Parece que ese dicho de que “nos estorba el dinero” es cierto, pues no podemos calentar un centavo en nuestras manos cuando ya estamos viendo como deshacernos de él. Y qué si este dinero sobrante es una cantidad regular…mejor aún, pues nos lo vamos a gastar en los restaurantes o alguna bobería que vimos en alguna vitrina. Esta es nuestra realidad de país. Conozco gente que viven en pequeños apartamentos (aquí les llamamos cuartos), y tienen entre 3 y 5 televisores: Uno para cada miembro de la familia. 

Hace un tiempo que un pensamiento me perturba, por eso les comentaba mi historia de niño. Sé que esto del ahorro es algo que podemos practicar de manera inmediata. Basta con tomar la decisión de ir al banco y si tienes ya abierta tu cuenta bancaria, solo deberás destinar la cantidad que deseas ahorrar y listo. Pero ya planteamos el problema (de la gran mayoría mundial). Si lo hacemos así, al ser una cantidad fija mensual, será difícil priorizar el ahorro si ya tenemos una mal costumbre de gastar lo que nos “sobra”, así que porque mejor no volver a la vieja práctica: Una alcancía. Y de “granito en granito se llena el saquito”. Tomemos una decisión todos los días. Pongamos a mano pero en un lugar nuestro muy privado, la Alcancía. Y cada vez que la veamos y podamos, depositemos algo de dinero en ella. Cuando ya ésta se llene, entonces ese será el momento de ir al banco para depositarlo. Así de esta manera todos los días estaremos comprometidos a ahorrar. Y cuando menos lo esperemos tendremos un buen hábito que mantener y no volver a olvidar. Trasladémoslo a nuestros hijos para que ellos también lo hagan. Nunca se es tarde para comenzar…gracias a Dios que todavía nos da la oportunidad de respirar, así que la oportunidad ahí está…

Te dejó porque necesito ir a buscar la alcancía para comenzar…jejeje


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para nosotros es muy importante recibirlo...¡ muchas gracias !